sábado, 29 de marzo de 2014

Private Lessons

Capítulo 2


            Aunque BaekHyun aún no había decidido qué hacer con aquello de dar clases particulares de Historia a un chico de primero, el profesor Kim parecía que tenía muy claro que iba a aceptar, ya fuera por consentimiento propio o por callar al hombre que, cada vez que se encontraban, le comentaba el asunto diciéndole que era bastante urgente.

            —Mamá —murmuró algunos días después de la conversación en el despacho del profesor Kim.
            —Dime, cariño —dijo ella atareada.
            —Estuve hablando con el profesor Kim el otro día y…
            —Oh, ese chico tan apuesto —cortó la mujer con una sonrisa—. ¿Qué te dijo?
            —Dijo que si me interesaba darle clases a un chico al que se le da fatal la Historia —terminó.
            —No te quitará mucho tiempo, ¿verdad?
            —No lo sé, pero supongo que las clases serían un par de horas o tres —contestó.
            —Entonces no es mucho —dijo ella—. ¿Cuándo empiezas?
            —Primero tengo que decirle al profesor que acepto…
            —¿Y a qué esperas? —su madre comenzó a apremiarlo para que se levantara de la silla de la cocina y fuera al instituto lo más rápido posible para darle al hombre la buena noticia.

○○○

            —Me alegra oír eso —dijo el profesor Kim al escuchar la noticia.

            Era la hora del almuerzo y BaekHyun había aprovechado para hacerle una visita y comentarle cuál era su decisión —aunque no estaba muy convencido—. Sería la primera vez que daría clases, porque las que le daba de vez en cuando a ChanYeol no podían contarse dentro de aquel género.

            —Si esperas aquí unos momentos, voy a buscarlo y os presento —BaekHyun asintió—. No tardaré.

            El hombre salió del despacho y, aburrido, el chico comenzó a jugar con sus dedos mientras miraba a su alrededor. El lugar era pequeño y una copia exacta de los demás despachos de profesores del instituto, pero el profesor Kim había hecho de este un sitio acogedor.

            Apenas habían pasado cinco minutos cuando BaekHyun sintió que la puerta a sus espaldas se abría. El chico rápidamente se levantó de la silla y se giró hacia los recién llegados, esbozando una sonrisa tímida que pronto se borró de su rostro.

            Frente a él, junto al profesor, se encontraba el chico que lo había pillado mirándolo en la ceremonia de inauguración.

            —BaekHyun —dijo el profesor Kim—. Este es SeHun y será tu alumno.
            —Encantado —murmuró, pero el menor simplemente asintió con la cabeza, como si todo aquello le molestara bastante.
            —Intercambiad números y BaekHyun, dale la dirección de tu casa para comenzar lo más pronto posible con las clases.

            El hombre los dejó solos y ellos hicieron lo que les había pedido, quedando en que el próximo domingo SeHun iría a casa de BaekHyun para comenzar con las clases. Después, y sin dirigirse más palabras, ambos salieron del despacho.

○○○

            BaekHyun caminaba con sus amigos el viernes por la tarde después de las clases en dirección al cine más cercano. No había ninguna película que quisieran ver en especial, pero llevaban demasiado tiempo sin salir a algún sitio. Tardaron algunos minutos en llegar al lugar, tiempo que BaekHyun —después de pensar una y otra vez si debía contárselo—, aprovechó para dar las nuevas noticias.

            —¿Vas a darle clases a uno de primero? —preguntó ChanYeol sin poder creérselo. El chico asintió—. ¿Cómo se le ha ocurrido a ese hombre que des clases? Si ni siquiera puedes hablar correctamente con personas con las que no mantienes una gran relación.
            —Es verdad —secundó JongDae—. Cuando nos conocimos apenas me hablabas y a pesar de que ChanYeol siempre llenara los silencios, era algo incómodo.
            —Lo sé, y tampoco entiendo por qué el profesor Kim me lo propuso, pero creo que me vendrá bien —contestó—. Ya sabéis que me gustaría seguir sus pasos ¿y cómo voy a ser un buen profesor de Historia sino soy capaz de comunicarme con mis alumnos?
            —Está bien pensado —murmuró JongDae, pensativo—. Pero sigo diciendo que no podrás enseñarle nada a ese chico.
            —¿Qué te apuestas a que sí? —soltó el más bajito de los tres—. Puedo hacerlo si me empeño en ello.
            —Apuesto que si eres capaz me declararé a la persona que me gusta delante de la gente —dijo muy convencido.

            Aquello fue algo que ninguno de los otros dos se esperaba, por lo que abrieron sus ojos desmesuradamente —los de ChanYeol parecían querer escapar de sus cuencas—. Nunca habían tenido noticias de que al otro le gustara alguien, aunque la verdad, no hablaban de aquellos temas cuando estaban juntos.

            —¿Quién es ella? —preguntó curioso BaekHyun.
            —No diré ni una palabra —contestó JongDae—. Haz tu apuesta.
            —Está bien —murmuró, después hizo un puchero con sus labios mientras pensaba—. Me apuesto el último CD de Girls’ Generation.
           —¡Venga ya! —protestó—. No puedes apostarte esa cosa tan insignificante. ¡Yo voy a declararme!
            —Para BaekHyun son más importantes los CDs de ese grupo que todo lo que lo rodea, así que, siéntete halagado porque se esté jugando uno de sus preciados tesoros —le dijo ChanYeol, abrazándolo por los hombros y pegando su boca a su oreja para que solo JongDae lo escuchara.
            —Pero…
            —Es lo más que vas a conseguir de él.
            —Está bien —accedió JongDae tendiendo su mano—. Confesión y CD —BaekHyun tomó su dedo meñique y ambos hicieron la promesa—. Perfecto.

            Después de esto siguieron caminando, ya que se habían detenido para poder hablar de los detalles de la apuesta.

            —Por cierto —dijo ChanYeol rompiendo el silencio que llevaba instaurado entre ellos diez segundos—. ¿Has visto al chico? —BaekHyun asintió—. ¿Cómo es?
            —Pues… Es alto, aunque no tanto como tú —contestó señalando al gigante—. Mmm… Bastante delgado y sin expresión facial… Me parece que no le gusta mucho la asignatura —terminó después de pensarlo unos momentos.
            —Wow. Todo un reto —comentó el alto.
            —Creo que voy a ganar la apuesta —murmuró JongDae adelantándose—. Ve despidiéndote de tus queridas diosas, Byun BaekHyun.

○○○

            El domingo de esa semana llegó más rápido de lo que BaekHyun se imaginaba y dieron las tres de la tarde cuando el chico todavía no estaba preparado para lo que iba a hacer. Se había repasado el temario de primero, pero sentía que no iba a poder hacerlo, que no iba a poder ayudar a aquel chico.

            El timbre de la puerta de su casa sonó y BaekHyun cayó al suelo desde el sofá en el que estaba tumbado releyendo su libro de Historia desde que se había levantado por la mañana. Su madre, rio y se fue a abrir la puerta. El chico rápidamente se incorporó y se arregló un poco, peinándose el pelo con sus dedos, colocándose las gafas en su sitio y planchando la ropa. Unos segundos después escuchaba la voz de su madre atendiendo al recién llegado, por lo que salió hacia la entrada.

            Al llegar se encontró a SeHun descalzándose y vestido con unos vaqueos desgastados y una camiseta negra de manga corta, que descubrió cuando se quitó la chaqueta que llevaba. Al principio pareció no darse cuenta de la presencia de BaekHyun y cuando lo hizo, solo inclinó la cabeza levemente a modo de saludo.

            —Bienvenido —murmuró el mayor—. Te enseñaré el camino a mi habitación, que es donde estudiaremos.

            El recién llegado asintió y tras despedirse de su madre, lo siguió escaleras arriba. BaekHyun abrió la puerta de su habitación e hizo entrar al menor antes que él, aunque este se quedó justo en la entrada, sin atreverse a dar un paso más ante tanto despliegue de rosa por todas partes.

            BaekHyun era Sone hasta la médula y eso se notaba en que su habitación estaba completamente llena de merchandising de Girls’ Generation, posters, calendarios, stickers, todo lo que aquellas chicas sacaban al mercado y él podía permitirse.

            Rio nerviosamente y entró a la habitación antes que SeHun, apremiándolo a que lo siguiera. Este, tras unos momentos, pudo regresar al mundo y se adentró en aquel mundo rosa.

            —Comenzaremos con el primer tema y me irás diciendo dónde tienes dificultades —dijo BaekHyun, intentando perder el miedo a hablar con las personas desconocidas para él, enfocándose así en lo que tenía que hacer para no perder su amado CD, aquel que tanto le había costado conseguir, ‘I Got a Boy Special Edition’ con TaeYeon en la portada.

            Las siguientes dos horas BaekHyun las pasó intentando atraer la atención del otro, que no atendía a lo que intentaba explicarle: la unificación de los Tres Reinos. Así que, finalmente optó por dar por terminada la clase, obteniendo la aprobación de SeHun que, rápido como un rayo, salió de su casa.

○○○

            La siguiente vez que aquellos chicos lo acorralaron BaekHyun no supo qué era lo que había hecho mal. No habían tenido ningún examen y ninguno de los profesores se había acercado a él más de lo debido aquellos días. No obstante, los golpes se sucedieron uno tras otro hasta que se hartaron y lo dejaron tirado en el suelo, detrás del gimnasio.

            Cuando supuso que el peligro había pasado, fue hasta el baño más cercano a echarse agua en las heridas para que no se le infectaran. En ello estaba cuando de repente la puerta se abrió y por ella entró SeHun. Ambos se quedaron paralizados, BaekHyun por no esperárselo allí y el otro por verlo tan mallugado.

            —¿Qué… Qué te ha pasado? —preguntó el recién llegado, acercándose lentamente a él, con los ojos fijos en sus heridas.
            —Yo… Bueno… Me he caído mientras hacía Deporte —contestó quitándole importancia y bajando rápidamente su ropa para cubrirse.
            —No mientas.
            —No lo hago —BaekHyun esbozó una sonrisa antes de echar a andar hacia la puerta, pero SeHun lo retuvo, tomándolo del brazo.
            —Si no dices nada no podrás obtener ayuda y esto irá a peor —le susurró en el oído. El mayor rápidamente se zafó de su agarré y lo miró fijamente.
            —No necesito ayuda con nada —fue lo único que dijo antes de salir de allí.

○○○

            El domingo siguiente SeHun no apareció en su casa para las clases y BaekHyun lo agradece, ya que no hubiera podido soportar aquella mirada durante toda una tarde. Además, todavía no entendía cómo había descubierto lo que le había pasado y por qué parecía que eso le preocupaba.

            Byun BaekHyun no quería preocupar a nadie más, y menos a alguien medio desconocido. Era su último año de instituto y, tal como había hecho los anteriores, no dejaría que nadie supiera lo que sucedía. Después de ese año no volvería a verles las caras jamás a aquellos tipos, así que debía aguantar unos meses más. Solo unos meses más y todo habría acabado.


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4 comentarios:

  1. Oooooix, pero le importa aunque sea un poquito!! Jajaja Y es cierto que si uno no hace nada en esaa situaciones la cosa puede ir a peor... Pero bfff me imagino que es dificil para la persona golpeada. Pero eso igual es hablar por hablar ya que si uno no ha sufrido algo por el estilo, en si es dificil.

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    1. Sí le importa un poco... Es algo bastante complicado, por eso espero no haber tratado un tema como este muy a la ligera...

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  2. ¿No le ha contado nada... ¡¿a nadie?! Pensé que ChanYeol lo sabría por lo que dijo en el prólogo, pero supongo que lo único que sabe es que BaekHyun lo pasa mal y unos chicos se meten con él, pero no que le peguen :/

    ¡Y Sehun es un soso! Tanto mirarlo tanto mirarlo en la ceremonia inicial para luego no hacerle ni caso xD Me encanta BaekHyun superfan de Girls Generation, es tronchante xDDD

    Besitos! ^^

    PD: ¡Qué rápido estás actualizando este fic!

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    1. A nadie, ChanYeol no sabe nada, ni él ni nadie... -.-"
      Sí, un poco soso, lo mira mucho, pero luego ni mu
      PD: Es que ya lo tengo todo escrito

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